¿Has sentido que algún vínculo importante ha dejado de vibrar en tu misma sintonía? A veces, las relaciones cambian, se transforman o simplemente se disuelven. Y aunque duele, porque soltar una amistad es casi como vivir un duelo, es reconocer que ya no forma parte de tu presente, esto sin duda es un acto de amor por ti y por la otra persona.

Soltar no es un fracaso ni una pérdida, sino una forma de reconocer que nuestra energía cambia con el tiempo. Lo que ayer vibraba contigo puede no hacerlo hoy, y está bien. Esto puede ocurrir con rutinas, ciudades, hábitos, espacios o incluso con personas.

Vivimos una era de creación, innovación y riesgo: una era marcada por el espíritu emprendedor. Lo que muchas veces no se ve a simple vista es que emprender también puede ser un camino duro, solitario y en ocasiones, desgastante, especialmente cuando se comienza desde cero.

La primavera siempre ha estado asociada con la renovación, el crecimiento y la energía positiva. El cambio de estación no solo implica un choque de temperaturas y luminosidad, sino también una transición más profunda. 

¿Cuántas veces te has sentido completamente agotada, pero has seguido adelante porque no tienes otra opción? Si te sientes identificada, no estás sola. Vivimos en un mundo que no para, donde el trabajo, las responsabilidades y las expectativas sociales nos dejan con poco espacio para nosotras mismas.

Sabemos que, antes y durante el Día de la Mujer, los mensajes por diversos medios nos invaden. Pero, ¿qué ocurre después? Pasada la celebración, las palabras se desvanecen y la rutina diaria nos arrastra nuevamente, olvidando la reflexión hasta el siguiente año.